DE VUELTA A CASA

Queridos amigos, 
no creáis que desaparezco cada dos por tres, solo es que porque tengo cosas que hacer, porque me olvido algunas temporadas ya que no tengo mucho que contaros o simplemente porque tengo demasiadas preocupaciones, aunque sean pequeñas cosas pero se me acumulan todas y no tengo ese animo que se necesita para escribir.


Por el momento hoy me he animado, sera breve pero algo os contaré, de momento las navidades están ya lejos, lo pase muy bien, mucha familia, comida...


El año ha empezado bien para unas cosas y no tan bien para otras, ya conté que tenia que cambiar de asistenta personal, Raquel, mi asistenta de siempre se hizo daño en la rodilla y empecé con Silvia, se me hacia muy duro empezar de nuevo con otra chica pero así sin mas le cogí muchísimo cariño y confianza a esta chica, además era muy buena trabajando, imagino que por el cambio de edad, tiene 36 años y a trabajado en muchísimos sitios y con muchísima gente con problemas.


Sabia muy bien como tenia que hacer las cosas, me ayudaba a cosas que no había hecho con Raquel, a limpiar bien mi habitación a ponerme mis cremas, a muchas cosas que parecen tontas pero que con el paso de los días te das cuenta de que vale la pena.


Trabajamos juntas tres meses y llego el día en que Raquel me dijo que ya tenia el alta y volvería conmigo, me sentí rarisima, me había acostumbrado a Silvia de lo mejor y se que a mi madre le gusta muchísimo como trabaja, sentía que tenia que decirle a Raquel los cambios, intentar limpiar mi habitación, colgar bien mi ropa..., yo soy algo despistada y no me daba cuenta de estas cosas pero Silvia si, y mi madre claro.


La noche que me despedí de Silvia fue rara, estaba acostada y sin pensarlo me puse a llorar, serian las dos de la madrugada pero no podía dejar de llorar, tenia que volver con Raquel y ahora que?? Como le digo los cambios que tendremos que hacer??


No podía aguantar los suspiros que me daban llorando y no quería despertar a mi madre, así que no me quedo otra que enviarle un mensaje a una amiga, que por suerte lo leyó y supo calmarme bastante.


Ahora ya estoy con Raquel, muy bien, pero se nota su edad, 24, tiene fallitos que intento controlar y ya hemos hablado de los cambios que tenemos que hacer en tema ropa, habitación...


Menuda parrafada os escribo con nombres Raquel, Silvia, Silvia, Raquel.


Me han pasado bastantes cositas interesantes, como llamadas inesperadas de esa persona que ya me sorprendió en verano, ya os contaré porque no entenderé jamás a esta persona, no se que quiere de mi.


Seguiré contando.


Saludos